Samaín (en Gallego), Samahin (en Irlandés) o Samhuinn (en Escocés), es una festividad pagana de origen celta que se celebra a finales de octubre para despedir el verano y dar la bienvenida al otoño, de ahí su significado etimológico: “el final del verano“. Antiguamente esto significaba el final de la cosecha y el comienzo de los días cortos, noches largas y el periodo en el que hay que prepararse para los meses fríos que se avecinan. En la mayoría de países donde la influencia celta ha sido profunda, las noches son muy largas, sobre todo una, en la que se dice que la línea crepuscular es tan fina, que los espíritus pueden atravesar la frontera y reunirse con los vivos en su mundo: esa es la noche de “All Hallows Eve”, la “víspera de todos los santos”, o mayormente conocido en todo el mundo como “Halloween”.
El año nuevo celta
El Samaín configuraba el año nuevo celta. Los pueblos celtas consideraban que el año estaba dividido en dos partes: una oscura, que se inicia en la noche de Samaín, el 31 de Octubre, y otra clara, que se inicia en la noche de Walpurgis, con la fiesta de Beltane, el 30 de abril. No obstante, es la de Samaín el inicio de todo, cuando el verano moría y comenzaba el invierno con el nuevo año.
Eran los druidas los encargados de celebrar la fiesta celta para honrar a sus ancestros, a través de numerosos ritos. Cuentan las leyendas que recogían en los bosques más apartados bayas de muérdago durante esa noche con una hoz sagrada forjada en oro. Con ellas, preparaban pócimas y predecían las próximas cosechas y el futuro de la aldea. Uno de los rituales que ha llegado hasta nosotros, y cuyos resultados auguraban el futuro, es el de coger manzanas, que se ha transformado en el “apple bobbing” de Halloween. Consiste en sumergir varias de estas frutas en un caldero con agua y ser capaz de agarrarlas con la boca.
Durante esta jornada, los druidas también apilaban ramas sagradas y encendían hogueras al atardecer en diferentes puntos de la aldea, para ahuyentar a los malos espíritus y guiar a los difuntos en su camino. Algunas personas se cubrían con pieles de animales, máscaras… para despistar a los espíritus y a los fantasmas, lo cual daría lugar a la costumbre de disfrazarse que se mantiene en la actualidad.
Hadas, duendes y todo tipo de seres del más allá pueden caminar entre nosotros durante el Samaín, ya que está abierta la puerta entre dos mundos. Se decía que, si el visitante era un hada, la suerte bendeciría a los que estuvieran bajo ese techo durante todo el año. Pero si se trataba de un duende, la mala suerte caería irremediablemente sobre ellos. Por ello en las aldeas, se cerraban las casas a cal y canto y no se abría la puerta a nadie.
«Los celtas cogían las calaveras de sus enemigos muertos en la batalla y las iluminaban»
En Samaín también los celtas cogían las calaveras de sus enemigos muertos en la batalla y las iluminaban, para colocarlos en los muros de sus aldeas. Esta tradición hoy en día, a falta de calaveras, se hace con calabazas esculpidas con forma de calavera terrorífica e iluminadas con una vela en su interior.
La Leyenda de Jack O´Lantern
Cuenta la leyenda que Jack era un borracho estafador con muy mala fama. Tan conocido era este hombre, que incluso el diablo se quería cerciorar de su maldad, por lo que una noche, disfrazado como un hombre normal, se encontró con Jack en el pub y se pusieron a beber juntos. Viendo que su maldad era real, el diablo se delató y le dijo a Jack que venía a llevárselo al infierno para que pagara por sus pecados. Jack accedió, pero le pidió que tomasen una última ronda y el diablo se lo concedió. Sin embargo, a la hora de pagar las bebidas, ninguno de los dos tenía dinero y Jack retó al diablo para que se transformase en una moneda de plata y así poder pagar la ronda. El diablo cayó en la trampa y Jack, sin dudarlo, guardó la moneda de plata en su bolsillo junto con un crucifijo y así privó al diablo de sus poderes. Le prometió liberarlo si a cambio el diablo le prometía no llevarse su alma y así lo hizo.
Pero lo inevitable tenía que ocurrir: Jack acabaría muriendo y su vida estaba llena de demasiados pecados como para poder ser aceptado en el reino de los cielos… pero tampoco pudo entrar al infierno, ya que había engañado al diablo para que este jamás pudiese quedarse con su alma. Jack quedó condenado a vagar eternamente por el oscuro crepúsculo que separa ambos mundos y en un acto de desesperación le preguntó al diablo cómo podría hacer para poder ver hacia dónde ir. El diablo, mofándose de él, le lanzó una llama que ardería para siempre, que Jack encerró en una calabaza hueca y que utilizaría para toda la eternidad a modo de linterna. Así pasó a llamarse Jack O´Lantern, Jack el de la linterna y a las calabazas iluminadas de Halloween se las conoce como el tenebroso candil de Jack.
En Irlanda y en Escocia esta leyenda toma vida cuando los habitantes, en la víspera de todos los santos, esculpen las caras tenebrosas que conocemos actualmente para ponerlas en las ventanas y espantar al diablo y a los malos espíritus para que no entren en las casas.
Truco o trato (trick or treat): esta popular práctica también está relacionada con Jack O´Lantern, y es que la leyenda también cuenta que Jack, cuando iba en busca de un lugar donde descansar, pasaba muchas veces por las casas de la gente pidiendo algo de dinero o pidiendo hacer un trato con ellos. Si se negaban, él maldeciría la casa, por lo que siempre se recomendaba acceder a lo que quisiera, sin importar el coste de dicho trato.
El Samaín llegó a los Estados Unidos durante los siglos XVIII y XIX, debido a los numerosos emigrantes escoceses e irlandeses que emigraron a América, llevando con ellos su cultura y sus tradiciones. Pero si retrocedemos al final de la última era glacial, los primeros pobladores de Irlanda llegaron a la isla desde Galicia, en el noroeste de la península Ibérica, tal y como aseguran los científicos del instituto de genética del Trinity College de Dublín. Como pueblos celtas, esta cultura y tradiciones pasó de los gallegos a los irlandeses, de estos a los escoceses y así, sucesivamente a los Estados Unidos. ¿Halloween nació en Galicia?. Pues a ciencia cierta no lo sabemos, pero sí podría ser.
3 comentarios
Quise decir ”celtas» …
Toda Europa estaba poblada por tribus celdas, incluyendo Inglaterra y Escocia, dónde es más fácil saltar a Irlanda. Me parece poco probable la teoría del origen gallego.
Muy buen articulo. Ahora me cierran muchas cosas de esta extraña tradición de Halloween.