Finalizada la segunda guerra mundial, en una entrevista para la televisión, un obsecuente comentarista preso de Winstonmanía, describió a Winston Churchill como el más grande de los ingleses de la historia.
A lo cual él respondió que esto no era cierto, el más grande fue Alfredo el Grande. Y siendo autor de uno de los libros más sesudos de la historia inglesa “A History of the English Speaking Peoples”; amplía que – Alfredo tuvo sublime coraje para elevarse por encima de las circunstancias, permanecer imparcial ante los extremos de la victoria o la derrota, perseverar frente a inminente desastre, recibir la fortuna con una mirada fría, tener fe en los hombres después de repetidas traiciones. Por eso fue apodado “el grande”
Podríamos dejar la cosa ahí, porque no hay mejor resumen. Pero un poco de explicación no viene mal.
Una cultura de cuentistas…
Por un lado, casi todos los grandes héroes populares ingleses son construcciones fantásticas y evidencia real de su existencia hay poca o no hay. La reina Boadicea, Rey Arturo, Robin Hood, Ricardo Corazón de León, entre muchos. El mismo santo patrono San Jorge, que mata un dragón, no es inglés y los dragones son seres mitológicos.
Cuando se construye el ideario de una nación; no pueden faltar los héroes y los villanos. Pero casi todos vienen decorados con áreas grises, donde no queda claro si eran buenos o malos o las dos cosas a la vez.
Pero con Alfredo la cosa es diferente. Primero que no es un invento de bardos faranduleros que van de taberna en taberna contando y cantando historias para su cena y litros de cerveza. Cuando no, alguna propina que le tiraba un patrocinador generoso y ebrio. Ese es el origen de Rey Arturo y Robin Hood por ejemplo.
Con Alfredo las cosas están claramente definidas. Mucho gracias a un monje galés que fue su cronista. Alfredo encarna todos los valores viriles y nobles en un relato moralmente sustentable.
La realidad del siglo nueve en Inglaterra.
El siglo nueve en las islas británicas era como dice el tango: problemático y febril. Desde que los romanos se fueron dejando a Britania acéfala, se había acomodado un grupo étnico oriundo del oeste de Europa llamado los Anglo Sajones.
Y utilizo la palabra “acomodado” con mucho cuidado porque, no existe evidencia de que fuese una invasión agresiva y colonizadora. Si hubiesen sucedido muchas batallas sangrientas habría evidencia de arena o tierra marcada por sangre. Campos sembrados de cadáveres y armas de hierro oxidado. Cráneos rajados y huesos rotos. No hay nada… Tampoco relatos escritos por protagonistas. Todo es un relato a veces compuesto como 6 siglos después como sucede con Simon de Montfort.
Uno de los más conocidos cronistas de los principios de la edad media fue Beda. Un monje encumbrado que describió la cristianización de los Anglo-Sajones. Tampoco escribe sobre una migración violenta.
Los anglos y los sajones eran agricultores y artesanos, no escribían y seguían un culto a dioses como Odin y Thor. Pero no implica que eran bárbaros. Sino más bien seres sociales que buscaban un lugar para trabajar la tierra y hacerse una vida. No hay evidencia de saqueos, transporte de caudales a sus tierras originales, y suponemos que se llevaron bien con los nativos celtas con los cuales convivieron y comulgaron en más sentidos que el religioso. Esto va en contra de la historia oficial. Pero la lengua inglesa contiene muchas palabras de origen celta y estudios de ADN demuestran una gran integración.
Se encuentran muchas obras de arte y tesoros oriundos de Inglaterra en Dinamarca. Pero no en Alemania occidental. A veces los hombres son como las hormigas. Forman asociaciones con códigos en común y trabajan organizadamente para el bien del nido. Hasta que algún grupo de hormigas extranjeras las amenazan y en ese momento se organizan y luchan contra el agresor. Y en el siglo nueve ese agresor estaba bien definido. Los Vikingos.
Como dice la canción “Si la historia la escriben los vencedores, es porque existe otra historia”…
Para cuando nació Alfredo, los Anglo-Sajones llevaban más de 4 siglos en Inglaterra. Que no se llamaba así, el nombre viene después. Eran un grupo de pequeños reinados con diferentes nombres. Wessex, Sussex, Essex, Kent, East-Anglia, Mercia, Northumberland.
Por otro lado estaban los galeses en el oeste y los Escotos, Caledonios y Pictos por el norte. Eso era la actual Escocia.
El nombre “Inglaterra” aparece después de la muerte de Alfredo. Se la llamaba “Engla-londe” para definirla de las posesiones Vikingas que se llamaban “Dane-land”.
Los vikingos comenzaron con pequeñas incursiones de pillaje. Buscaban oro y plata de los monasterios que no contaban con defensa alguna. Cosas fáciles de transportar y luego vender.
En el año 792 Ragnar Lothbrock ataca el monasterio de Lindisfarne. Era como robarle caramelos a un niño. Los monjes no tenían forma de resistir y algunos fueron llevados a Escandinavia como esclavos. 50 años después la cosa era distinta. Grandes flotillas de Vikingos invadían Inglaterra con una violencia nunca vista. Descendían de sus naves al grito de “Drepa alla” – Maten a todos. Su primera línea de choque se llamaba los Berserkers. Guerreros que atacaban con una furia descontrolada fogueada por cuantiosas cantidades de hongos alucinógenos.
En poco tiempo la única parte del sur de la isla que no había sido ocupada y sometida era los reinados de Wessex. Estas tierras eran el dominio de Æthelwulf; padre de Alfredo.
El joven Alfredo no esperaba ser rey. Tenía hermanos mayores y más bien fue instruido en poesía, latín, historia, y si no fuera por los vikingos seguro que ingresaba en la iglesia.
Pero la vida tiene el travieso hábito de no seguir nuestros planes y alineamientos. El momento de prueba para Alfredo estaba por venir.
En 871 a los 23 años lo proclaman rey. Ya llevaba varios años combatiendo con sus hermanos contra incursiones vikingas, pero ahora sus hermanos habían fallecido y el consejo de mayores (Witan) decide que por su comprobado coraje e inteligencia y derecho de herencia debía asumir el trono. Una antigua creencia Sajona era que todos los reyes descendían de Odín. Pesada carga porque las cosas estaban por ponerse cada día peor. 5 años después es forzado a hacer las paces con los vikingos pagándoles con oro para que lo dejen tranquilo. Él y toda su familia estaban rodeados. Los enemigos atacaron de noche durante una fiesta religiosa.
Lo tomaron por sorpresa con la guardia baja. Posiblemente traicionado. Uno podría pensar que era un entregador, pero su estrategia requería paciencia. Estaba intentando consolidar lealtades con otros grupos de poder sajón y agrupar un gran ejército.
Guthrum era un líder militar y político. Lo más parecido a un gánster, astuto pero bruto.
La promesa de un vikingo era de poco valor. Así que más tarde ese año lo volvieron a atacar y tuvo que huir hacia el oeste y refugiarse como refugiado en los pantanales de Somerset. Le tocó la vida de hombre buscado, una especie de Gerónimo sajón.
Se pasó su tiempo organizando un ejército, pero mientras se entretenía con pequeñas operaciones de hostigamiento que eran buen entrenamiento para los soldados.
En mayo de 878 con 30 años llega el momento decisivo en su vida. En Edington se enfrenta en una encarnizada batalla, y con su nuevo ejército logra por muy poco derrotar a su enemigo el Vikingo Guthrum. Guthrum era un líder militar y político. Lo más parecido a un gánster; astuto pero bruto y despiadado. Su única ambición era proclamarse rey de los sajones, y para lograr esto debería matarlos. Un plan sencillo pero totalmente carente de lógica.
En ese momento, Alfredo demostró su auténtica grandeza. En vez de decapitar a su enemigo vencido, como lo hubiesen hecho los vikingos si el resultado fuese el contrario. Le hizo un pacto. Se llamó el pacto de Wedmore.
Guthrum debía aceptar ser bautizado en la iglesia cristiana, renunciar a su paganismo y prometer retirarse al norte de una frontera trazada en base a un camino romano. Inglaterra queda dividida entre los Vikingos al norte – denominada Danelaw gobernada por Guthrum como rey cristiano. Y Wessex y sus dependencias al sur bajo el reinado de Alfredo.
Fue uno de los mejores convenios de la historia. Guthrum no podía volver a reclutar fuerzas desde Escandinavia porque los vikingos no aceptarían pelear para uno que se volvió cristiano y ofendió a Odín. En base a esto ahora Guthrum veía a los Vikingos de Escandinavia como una amenaza contra los cuales tendría que defenderse.
Para Alfredo esto era una total Win-Win. Le daba tiempo para seguir organizando su ejército, fundar una marina anglosajona para defenderse de ataques desde el mar. Creó un brillante sistema de defensas llamadas “burghs”, estableció servicio militar obligatorio, escuelas para formar líderes cultos, jueces versados en su código legal, y difundir la lengua anglo-sajona que la llamamos Old English.
Es por esto que fue grande. En la victoria se mostró misericordioso y sabio. Evitó que el país cayera en una guerra civil y salvó la cultura Anglo-Sajona. Sin Alfredo esta cultura hubiese desaparecido por completo. Mientras tanto Guthrum paradójicamente lo protegía de invasiones vikingas en el norte.
Pero lo más pícaro y brillante de su plan es que sabía que en algún momento Guthrum lo traicionaría con lo cual Alfredo tenía el derecho de echarlo de Londres y reducir su dominio. Como gran estratega, utilizaría los malos hábitos de su enemigo en su contra.
En 886 recuperó Londres y la llamaron Lundenburgh. Reforzó la ciudad, fomento la construcción de iglesias y rutas y logró una fuerza militar estable bajo su mando que podía trasladarse rápidamente entre cada uno de los 30 Burghs.
No es que los próximos años se dedicó a la filosofía contemplativa. Se dedicó al estudio y tradujo muchos textos clásicos del latín al anglosajón. Invitó a sabios y educadores del continente e impulsó la educación entre los hijos de la nobleza y clases más bajas también. Los vikingos seguían atacando por varios siglos más. Pero la cultura Ango-Sajona estaba arraigada para siempre.
En 1066 Guillermo duque de Normandía invade Inglaterra reclamando su derecho al trono. Los Normandos eran Vikingos Cristianos de habla francesa. En la batalla de Hastings derrotan a Harold Godwinson. Y entramos en otro capítulo de la novela.
Como dice la canción “Si la historia la escriben los vencedores, es porque existe otra historia”…A partir de este momento el lenguaje de la nobleza ya no sería el Old English, sino el Francés. Y aún a mediados del siglo catorce cuando se crea la Orden de la Jarretera en el Castillo de Windsor, el idioma empleado para el lema era francés. “Honi soit qui mal y pensé”
Vergüenza a aquellos que piensen mal de esto.
Hoy la prensa y los medios se pondrían locos con una declaración como esta. Sin embargo sucede.
Lo grande de Alfredo no son sus batallas. Más bien la paz, y el bien que logro con ellas. En las cosas útiles que ha legado a la posteridad y el que no haya desperdiciado energía en inútiles venganzas contra sus enemigos y los que dudaron de él.
Alfredo muere con escasos 50 años. Descansa en la Catedral de Winchester. La capital de la Inglaterra anglosajona. Con él también Canuto el Grande. Vikingo extraordinario, sabio y emprendedor.
La historia de Inglaterra es una obra en permanente revisión e interpretación. Ha habido reyes que van desde lo magnánimo a malvados depravados. Pero la cultura con que todo se examina está fundamentada en la filosofía griega, la ley romana y la moral Judeo-Cristiana. Y si buscamos en el pasado un hombre que encarnó lo mejor de estos valores culturales, el que más los representa es Alfredo. Un hombre que se enfrenta a una malvada fuerza invasora. No se entrega, no se rinde, no pierde la fe, y triunfa. Y por eso Winston Churchill se siente de alguna manera identificado e inspirado en su accionar.
Hoy, que vivimos la invasión de un enemigo microscópico que amenaza con la destrucción de nuestras vidas, debemos inspirarnos y buscar confort en estos grandes hombres.
Para conocer el legado de Alfredo el Grande te recomendamos los siguientes circuitos regulares:
- Tour del Sur de Inglaterra, Gales y País de Shakespeare de 6 días
- Leyendas de Irlanda e Inglaterra de 12 días
- Gran tour de las Islas Británicas de 16 días
1 comentario
Michael, is this really you. We lived half a block from you in Olivos. On Juan de Garay.
I am in Florida USA, where are you?