Cuando hacemos nuestras excursiones turísticas a las ruinas de Stonehenge, los guías nos encontramos entreteniendo varios problemas.
Uno de ellos es tratar de explicar el porqué de esta visita. Muchos piensan que se gastaron un montón de dinero, madrugaron en sus vacaciones, viajaron en bus 90 kilómetros, retuvieron las necesidades de ir al baño durante unas dos horas para encontrarse con unas piedras que se divisan en la planicie de Salisbury a una distancia de casi un kilómetro.
Y que a pesar de ser muy grandes en la distancia se las ve muy pequeñas. Hay muchas preguntas que atender, y la primera es donde están los baños. Por ello; English Heritage – los custodios de Stonehenge – nos han proporcionado buenos baños en el sitio donde aparcan los autocares. Mientras la gente hace lo suyo, el guía se encarga del trámite de las entradas.
Acto seguido tomamos unos buses especiales que nos llevan 2,5 km en materia de 3 minutos hasta donde nos esperan las piedras. Hace 5000 años que esperan pacientemente.
Comenzamos la visita y las explicaciones nos permiten ir desarmando el rompecabezas. Hay cuatro grandes cuestionamientos que se deben atender sin falta:
¿Quiénes construyeron Stonehenge? ¿Por qué lo construyeron? ¿Cómo lo hicieron? y ¿Qué pasó con esa civilización?
¿Quiénes construyeron Stonehenge?
Ya de entrada descartamos que Stonehenge fue construido por seres extraterrestres, porque una civilización capaz de volar a nuestra tierra hubiese hecho algo mucho más complicado y en un material no corrosivo. Este monumento fue construido por gente como nosotros pero más limitados de recursos.
No podemos ofrecer nombres de ingenieros o arquitectos que participaron. Fueron una civilización originaria en Anatolia – Turquía o Asia Menor y Armenia – que se expandieron por Europa y llegaron a las Islas Británicas vía la península Ibérica. Esta diáspora comienza unos 50.000 antes de Cristo y la más antigua evidencia que se ha encontrado de momento indica que llegaron navegando a las islas como 10.000 AC.
Estas personas acostumbraban a criar animales domésticos como ovejas, cerdos, gallinas, vacas y perros. Practicaban algo de agricultura y se juntaban en sociedad para vivir en precarias construcciones hechas con piedras, madera, cueros y pajas de los pantanos. Podían hacer vasijas de barro horneado, así que los arqueólogos los llaman “La gente de las vasijas” – Beaker People.
Gran parte de las islas eran densos bosques donde cazaban con arco y flecha o lanzas. Cerca estaba el río Avon con abundante agua fresca y peces. Pero encontraron en la planicie de Salisbury una geografía adecuada para eventualmente construir algo que sea realmente impresionante a todo aquel que la vea. Aún hoy en día.
¿Por qué se construyó Stonehenge?
Con respecto al porqué se construyó esto, hay varias teorías. Algunas estrafalarias y otras más coherentes. Propongo que comencemos con el enfoque de los Astro-arqueólogos y nos extendemos hasta los Neo Druidas y entre medio vamos dilucidando varios misterios.
En la década de 1960 un astrónomo y arqueólogo inglés llamado Gerald S. Hawkins escribió un libro llamado “Stonehenge Decodificado”. En su libro propone que los constructores de Stonehenge tenían sofisticados conocimientos de astronomía y que con las piedras podían calcular el tiempo y – aquí viene lo mejor – anticipar un eclipse lunar y solar. Famosamente dijo que Stonehenge era una computadora.
“Cada loco con su tema”… un dicho popular. Y si bien Hawkins no estaba loco, es evidente que proyecta un sesgo científico a través de los siglos, muy difíciles de probar. El libro fue muy discutido en el ámbito científico mundial y algunos lo tomaron en serio. Pero hoy en día nadie cree que este postulado tenga rigor científico.
Lo que sí es notable es que Stonehenge está en un lugar único de Inglaterra y que definitivamente servía para trazar y marcar el movimiento de la luna y del sol.
La ingeniería
Hay dos meridianos que forman una cruz. Un meridiano nos marca por donde nace el sol; el solsticio de verano, 21 de Junio. Y es el mismo meridiano donde se pone el sol el solsticio de Invierno; 21 de Diciembre. O sea que una sola línea nos marca el día del año que el sol es visto por más tiempo y el que es visto por menos tiempo.
El otro meridiano cruza a 80° y nos marca donde nace el sol en el horizonte el solsticio de invierno y donde se pone el sol el solsticio de verano. El día que vemos el sol por menos y por más tiempo. Con estos meridianos podemos determinar el comienzo y fin de un ciclo, pero cuando un ciclo termina, otro comienza, y esto es central al tema. Fíjense que no digo el día más corto y el día más largo. Aceptamos que todos los días tienen la misma dimensión temporal. 24 horas. Pero para el hombre Neolítico los días se medían con el brillo del sol.
Para ellos Stonehenge era entonces como un reloj, pero con las piezas móviles en el cielo y no adentro como nos hemos acostumbrados a medir el tiempo.
Lo primero que se hizo fue construir una gran fosa circular, con un diámetro de como 110 metros y con un terraplén que brindaba un horizonte nivelado para marcar mejor los ángulos por donde aparecían los astros.
Al mismo tiempo que establecieron estos meridianos se posicionaron cuatro grandes piedras formando un rectángulo. Las “Station Stones” que servían para medir los ciclos de la luna.
El entendimiento de los ciclos lunares fue estudiado hace más de 25.000 años. Para cuando se estableció Stonehenge era ya sabido que el ciclo lunar es de 29,5 días. O sea que sí podemos dividir el año en dos y luego en doce segmentos, la luna nos divide cada uno de estos en 29,5 dándonos un calendario bien preciso. Los días del mes.
¿Y por qué era importante esto?
Puede ser que el hombre neolítico era plenamente consciente de que su supervivencia dependía de los ciclos de siembra, cultivo y gestación de sus animales domésticos. Para él era muy importante saber cuándo era el momento justo para sembrar cada semilla y promover la fecundación de cada animal doméstico en base las condiciones climáticas más propicias para su supervivencia.
Para el cordero, por ejemplo, le conviene nacer en Marzo – Abril y desarrollar robustez para Noviembre a fin de sobrevivir los fríos meses de invierno.
De no lograr este entendimiento tenían que volver a una vida de nómades, abandonando sus precarias chozas en búsqueda de sustento.
¿Cómo se construyó Stonehenge?
Stonehenge no fue construido de comienzo a fin por la misma civilización. Pero se fue transmitiendo un concepto de generación en generación y se implementaron modificaciones. Pero es evidente que las generaciones compartían el mismo ADN.
Fue un proceso de unos 2000 años y la idea fue modificándose en el tiempo a través de unas 80 generaciones. O más si consideramos que el promedio de vida era de como 35 años. Tampoco es un fenómeno aislado, ya que en las cercanías hay toda una suerte de construcciones que son expresiones de la misma creencia. Hay más círculos de piedras como Avebury y Woodhenge, por ejemplo, y gran número de cementerios sagrados, algunos aún por ser descubiertos.
Con el correr del tiempo se fueron incorporando piedras desde varios puntos de la región. Llamativamente un grupo de piedras llamadas Azules que fueron posicionadas en lugares cambiantes variando de función. Estas fueron traídas desde el oeste de Gales a unos 250 kms de distancia. Posiblemente por mar, tierra y ríos.
Las piedras más grandes se llaman las Sarcen Stones y son originarias de unas canteras a 30 kilómetros de distancia. Forman una herradura y el círculo más llamativo y pesan hasta 50 toneladas. El propósito de estas piedras era formar columnas que permitan el pasaje del sol al atardecer y al alba, mostrando la segmentación del ciclo anual entre cada solsticio. Los meses intermedios.
Las columnas tenían dinteles con un sistema de encastres para fijarlas en su sitio y unirse unas a las otras. Como si fuesen bloquecitos de Lego. Solo que pesan unas 7 toneladas cada una.
Las piedras fueron cortadas en la cantera, se las trajo con cientos de hombres, niños y mujeres empujando y tirando sobre rodillos de madera. Luego con un sistema de poleas y palancas fueron insertadas en la tierra excavada con herramientas rústicas manufacturadas con huesos de animales.
En toda Europa se encuentran círculos de piedras. En España, Turquía, Armenia, Francia, Irlanda y Escocia. Lo que hace a Stonehenge tan especial es la envergadura del proyecto, el que sea la pieza central y monumental y que sea un reloj astronómico orientado al sol y la luna.
¿Para qué tanto trabajo…?
Aquí trabajaron miles de personas provenientes de muchos lugares distantes. Es la obra de ingeniería civil más importante del período neolítico. Porque para cada persona que tiraba de las cuerdas o daba forma a las piedras, había que tener más para traerle agua, alimento, ofrecerle alojamiento. Y hay una idea de que gran parte del trabajo se hacía en invierno porque era cuando tenían el tiempo para hacerlo. Al no estar cazando o trabajando en la ganadería y agricultura y cuando la tierra estaba más dura por el frío. Cosa que permitía mover los grandes bloques con menos fricción.
Así que no es muy disparatado pensar que podían tener unos 3 mil personas trabajando al mismo tiempo en el proyecto. A 3 kilómetros de Stonehenge se encuentra Durrington Walls. Y hay evidencia arqueológica que era un asentamiento de gran envergadura para alojar trabajadores y peregrinos.
La idea madre de Stonehenge
Se puede elucubrar que Stonehenge tenía varios estratos de entendimiento. Los sabios que conocían la astronomía podían calcular el tiempo y tal vez algo de seguimiento de los astros.
Para los sacerdotes era un sitio religioso y es donde se enterraban personas de importancia. Para los feligreses era un lugar sagrado donde se les rendía culto a las deidades Sol y Luna o se ofrecían sacrificios a fin de pedir buen clima y que el ciclo evolutivo no se interrumpa. O buen pasaje a otra dimensión de vida para los seres queridos.
Y es lógico pensar que para los lugareños era un lugar de trueque y comercio ya que hay evidencia de que llegaron de toda Europa para visitarlo. Hay cúmulos en las cercanías con restos humanos y con un seguimiento de su ADN se sabe que la proveniencia de sus cuerpos era muy distante.
Stonehenge se detiene.
Aproximadamente en el 1600 AC se descontinúa la evolución del sitio. Es como que la civilización que mantenía el monumento desaparece. Por una pandemia, un trastorno climático o una posible invasión extranjera. La obra termina y no hay evidencia de una continuación genética de sus constructores.
Una teoría es que aproximadamente 1600 AC, las islas fueron invadidas por una raza genocida y depredadora que provenía de lo que hoy es Ucrania y Bielorrusia. Lo que se conoce como la cultura Yamnaya. Una raza de guerreros altos con caballos y una determinación de eliminar la población local. Puede haber tomado como 100 años pero se logró con el genocidio de los hombres y la fecundación de las mujeres a fin de erradicar el ADN de los europeos que crearon Stonehenge.
Una conquista genética brutal. Con el tiempo se fueron, o se asimilaron a las olas de inmigración celta que vino como 1000 años después que Stonehenge fue abandonado.
Para este momento es difícil asimilar estos tiempos cuando vivimos en una era en que perder media hora en Facebook es fatal. Pero eran otros tiempos.
Mitos, mentiras y más mentiras.
Hay una especie de placer orgánico en estar en lo cierto o negar una teoría implantando la nuestra. Algo que ver con nuestras secreciones hormonales. Esto produce que a través de la historia personas famosas se encuentren en la posición de alegar con total seguridad una total invención fantasiosa.
Ejemplos: En el siglo XII Geoffrey de Monmouth cuenta la leyenda del Rey Arturo, Merlín el mago, y unos gigantes de Irlanda en una sola novela. Cuenta que Stonehenge fue construido por gigantes de Irlanda bajo las órdenes de Merlín. Pero Merlín era un sacerdote Druida y los Druidas llegaron a estas islas como 1000 años después que la obra fue descontinuada.
El famoso Arquitecto Iñigo Jones en el 1600 dijo con toda seguridad que es una obra de los romanos. Le erro por unos 2000 años. Luego un Arqueólogo llamado John Aubrey dice a mediados del siglo XVII que otra vez los Druidas son los responsables. Por lo menos se tomó el trabajo de hacer excavaciones y por eso hay 56 pozos en forma circular donde se encontraron cremaciones que se llaman los agujeros de Aubrey. Es donde se pusieron postes de madera o piedras azules y marcan los sitios de saliente y poniente de la luna.
Hoy tenemos Neo Druidas que insisten en que Stonehenge es de ellos y es un sitio sagrado. Uno de ellos que se hace llamar King Arthur Uther Pendragon, alega ser descendiente del Rey Arturo. Y ha jurado luchar en contra de un proyecto para hacer un túnel cercano a Stonehenge porque es una profanación del área sagrada. Su argumento es que el túnel es demasiado corto y arruinará la vista más importante que es la puesta del sol el Solsticio de Invierno. Además que la obra va a disturbar tumbas de sus ancestros aún no descubiertas. Este argumento está avalado por la comunidad arqueológica, científica y pagana del mundo entero. Ellos se ven como los custodios del sitio religioso pagano más importante del mundo.
Hace 34 años este caballero se llamaba John Rothwell. Era jefe de una agrupación de motoqueros y montaba una Moto Guzzi. Fue a un escribano y legalmente cambió su nombre.
En vez de montar un gran caballo como el legendario Rey Arturo, monta una motocicleta. Pero tiene la espada Excalibur que compró por 100 libras a la firma que hizo una película basada en la leyenda. Alega ser el descendiente del rey que luchó contra invasores Anglo Sajones y que su misión en la vida es paralela. El lucha contra los burócratas de English Heritage que quieren construir el túnel. Y no está sólo.
Pero sin desmerecerlos, su recurso moral es decir que el Druidismo es la continuación de una cultura previa, para la cual no tenemos nombre. Todos quieren ser parte de Stonehenge. Gerald Hawkins se hizo mundialmente famoso con una lucubración fantasiosa aplicando un sesgo científico a una construcción que no pertenecía a la era científica.
La realidad es que hubo una cultura que entendía de los astros y organización logística. En recursos humanos no tiene comparación, salvo que pensemos en las pirámides de Egipto o Machu Pichu en Perú que son maravillas similares.
Lograron unificar a miles de personas en una obra de construcción, veneración y bien común. Tal vez explicaron que con la muerte física, el alma se trasciende a otra dimensión espiritual y que Stonehenge es el portal para lograr este pasaje.
Es evidente que a través de una obra de construcción se logró difundir un mensaje espiritual que afectó a miles de personas en el mundo entero. Y que supera en tiempo hasta la iglesia Cristiana, Budista y Judía. Es un portal de conexión a nuestros antepasados. Sea como sea, hay un tema sorprendente. La importancia de creer en algo positivo, difundir esta fe y promover la acción para construir un consenso social común.
La fe. Si uno cree en algo, se pueden lograr con el esfuerzo, maravillas como Stonehenge. Por eso invito a todos que lo vengan a ver, porque ver es creer.
Para conocer Stonehenge con guía en español os recomendamos nuestra excursión Windsor, Stonehenge & Bath con salidas desde varios puntos del centro de Londres.