Breve historia de Londres desde su origen hasta nuestros días. Conoce los detalles y curiosidades de la historia de la capital británica de la mano de nuestro guía Mike. 2000 años de historia contada en unas 2000 palabras. Y un poco más también…
«Empiece por el comienzo, luego siga hasta llegar al final. Ahí tiene que detenerse.»
Lewis Carroll
El origen de Londres: la llegada de los Romanos.
Lewis Caroll en Alicia en el País de las Maravillas dijo “Empiece por el comienzo, luego siga hasta llegar al final. Ahí tiene que detenerse.” Así que para el comienzo de Londres nos tenemos que ir al año 43 cuando los romanos establecieron un buen punto estratégico en la ladera del río Támesis. Ya habían estado antes con Julio Cesar. Pero le faltaron soldados. Ahora estaban invadiendo con un ejército de 40 mil centuriones. El río se angostaba y por una curva, el correr del agua perdía intensidad. Cosa que les permitió posicionar un puente de madera. Así apareció el primer London Bridge. El puente era una maravilla tecnológica de la época, tenía una sección levadiza para permitir el pasaje de grandes barcos de carga. Así nació el puerto de Londres.
No menos importante para esta localización, es que estaban frente a una colina, donde hoy se encuentra la Catedral de San Pablo. Los romanos tenían planes a futuro para este río que sería como una fluida vía de transporte. Y Londres sería un gran proyecto en su provincia más alejada; Britania.
Para el año 61 Londinium era una pujante ciudad de comercio con unos 10 mil habitantes entre romanos y británicos nativos. Y cuando decimos romanos, no nos referimos a personas oriundas de la ciudad de Roma. Sino de su imperio. Así que por Londinium deambulaban personas de Asia, África, Judea, Galia y Britania. Curioso que desde su nacimiento Londres abrazó la diversidad étnica y cultural como norma. Trataban con el mundo, y la Londinium Romana en Britania tenía que reflejar lo mejor de la cultura madre que en realidad venía de sus influencias Griegas.
Pero una terrible rebelión de la reina Boudica arrasó con la ciudad. Boudica; reina agraviada de los Iceni, en un desenfrenado ataque quemó la ciudad al ras y masacró a todos sus habitantes. Todavía se encuentran restos de tierra carbonizada. Como dice el dramaturgo William Congreve: “El infierno no conoce furia semejante a la de una mujer despechada”.
Pero Londres volvió a renacer y reinventarse. En el mismo lugar, con un nuevo puente y ahora con murallas de 6 metros de altura. Se pueden ver restos de la muralla frente a la Torre de Londres al salir del metro de Tower Hill. Este gran muro le dio la superficie que delimita la City. 1 milla cuadrada que hasta el día de hoy limita la extensión de la City of London.
Con el tiempo Londinium pasó a ser una de los centros de comercio más importantes del Imperio Romano y todo el mundo romano anhelaba visitarla. Hasta tenía su propio anfiteatro para entretener hasta 6 mil espectadores. Era un fiel reflejo en escala de Roma. Los romanos prosperaron y se quedaron hasta comienzos del siglo 5. El costo monetario de su extenso imperio, plagas, excesivo uso de caños de plomo, los ataques de los bárbaros y la contaminación del agua era imposible de mantener. Dejaron Londres en manos de los británicos que estaban otra vez en rebelión y con eso se acaba la ocupación romana de la ciudad.
Londres anglosajón (siglo V- 1066). Los años oscuros.
Lo que siguió no está documentado, así que no hay historia por un tiempo. Se pasa muy rápido de la Civilización a la Barbarie. Con una enorme pérdida de infraestructura y capacidad comercial. Londinium queda aislada y abandonada por el imperio que la ocupó por 400 años. Pero no hay duda que la ciudad subsiste y es finalmente dominada por el invasor anglosajón.
Los anglosajones al comienzo no tenían contacto con la civilización romana. Eran bárbaros y rechazaban cualquier contacto. Las misiones cristianizadas oriundas de Irlanda y de Francia tuvieron lento efecto. El anglosajón tenía sus propios problemas con invasores Vikingos que también ocuparon la ciudad. Finalmente surge un rey sajón llamado Alfredo que recupera la ciudad y le permite a los vikingos pacíficos quedarse en la orilla norte al oeste inmediato de la City. Así surge el asentamiento Aldwich, que quiere decir “viejo pueblo”.
Cuando caminen por Covent Garden y la zona legal de Londres están pisando esta zona. Alfredo, un erudito cristiano, impone un vínculo con la civilización europea. Cristianos había desde antes pero eran frecuentemente frustrados por los Vikingos. Al lado de la Torre de Londres hay una iglesia que data de 675. Pasaron muchos años de desarrollo de Londres; que ahora se llamaba Lundun, y sus pueblos y comarcas cercanas. Se empieza a crear la semilla de la actual ciudad y sus barrios. Y se expande hacia el Oeste con la construcción de un Palacio y Abadía. Nace Westminster.
Los Normandos y el Londres medieval (1066 – Siglo XV).
En el año 1066 volvemos a tener invasores. Guillermo, duque de Normandía ocupa Inglaterra y se viene a Londres. Era una vuelta de tuerca de la historia porque su abuelo Rollo era el vikingo que había arrasado Inglaterra varias veces con su hermano Ragnar Lodbrok. Queda maravillado con la ciudad. Ya existía una catedral de madera dedicada a San Pablo y una Abadía al oeste dedicada a San Pedro. La abadía de Westminster. Y Guillermo se corona en la iglesia que había sido construida por Eduardo el Confesor; su tío. Es como que todo queda en familia paradójicamente. Por suerte para Londres los Normandos eran grandes constructores. Vuelven a edificar en piedra y aparece una nueva Catedral de San Pablo y una Torre de Londres para proteger la ciudad. Con esto poniendo fin a la gran debilidad de los Anglosajones que tenía predilección por ciudades empalizadas de madera. Muy vulnerables.
Los Normandos ofrecieron un fuerte lazo a la cultura y política europea. La inyección de influencias artísticas y sobre todo arquitectónicas acaba con cualquier tipo de aislamiento por muchos años.
Sigue la edad media el acontecimiento más notable que sostuvo Londres fueron las recurrentes apariciones de plaga. La peor fue en 1348; la peste bubónica. La peste negra. Se calcula que causó una pérdida del 60% de la población de la ciudad. Por vivir en casas pegadas una a la otra y albergar muchas ratas, las pulgas que parasitaban, transmitían la peste. Fue la carencia de higiene y distanciamiento social la que agravó la situación. No fue la única, pero fue la peor. Volvieron en 1361 y no fue hasta 1665 que fueron erradicadas.
Y así es que Londres, con avances y retrocesos, va creciendo en población y en importancia política. Y llegamos al fin de la edad media y aparece el renacimiento. De la mano, o de la espada, de Enrique VIII el rey Tudor, procura la reforma Anglicana. Londres se distancia de la Europa católica e Inglaterra empieza a fortificarse para una eventual guerra. Pero Enrique a pesar de todas sus falencias personales a Londres la benefició. Se construyeron palacios a orillas del Támesis como el Saint James Palace, Whitehall Palace, Greenwich, Richmond, Hampton Court entre otros. Era una forma de proyectar su virilidad y establecer que aquí estamos los Tudor. Logró posicionar a Londres como la gran capitana de Inglaterra.
El periodo Isabelino (1558-1603).
En 1558 comienza una era de esplendor en Londres. La segunda hija de Enrique; Isabel I llega al trono y comienza la edad de oro y esplendor. Lo llamamos el periodo Isabelino. Isabel permitió y fomento el teatro, navegación, piratería, colonización, estudio de artes y ciencias y todo mientras se defendía de sus muchos enemigos internos y externos como María Estuardo y Felipe de España que intentó invadir en 1588. La armada invencible no logró desembarcar y fue un rotundo fracaso para España.
Se destacaron en el teatro y poesía; William Shakespeare, Ben Johnson, Christopher Marlowe, Edmund Spencer y muchos más. Se desarrolla la zona sur de Londres, el barrio de Southwark, que llevaba siglos como un mercado pero ahora con sus teatros como el Globe y sus prostíbulos, casas de juego y diversión como riñas de gallos, combate de boxeo libre, riñas de perros contra osos. Hoy tenemos una reconstrucción de teatro de Shakespeare y el barco de Sir Francis Drake. El Golden Hinde.
Es la era de grandes exploraciones en américa, destacadamente por Sir Walter Raleigh y se fundan las primeras colonias. Aparecen los gremios en Londres para ordenar el comercio y la industria. El puerto se extiende en el este y se multiplican los depósitos de mercadería y los pubs. Todavía quedan algunos de ese período como; The Grapes, el Prospect of Whitby, el Anchor y el George.
Esta edad de oro Londinense sembró las semillas del crecimiento del futuro imperio. Con sus cosas buenas y malas.
Comienza el impero.
Inglaterra en el siglo XVII tuvo su guerra civil entre los Parlamentarios y Carlos I, partidario de la monarca absolutista. La guerra se luchó fuera de Londres pero el final se vio en Londres con el épico juicio al rey y su eventual decapitación. Posteriormente se produce una junta militar que gobernó al país con garra de acero. Oliver Cromwell deja su marca en la historia. Más que una marca, una herida… Persecuciones a realistas, católicos, irlandeses enviados a Barbados a trabajar de esclavos. Mujeres y niños también. No fue un período feliz. Aparecen los clubes de Café donde los financistas se juntaban a negociar esclavos de áfrica como si fueran granos de arroz. Aún se está pagando el precio de ese período.
Londres se transforma en un centro de comercio de esclavos africanos que tenían que trabajar en américa y el caribe en la producción de azúcar, tabaco, algodón y especies para alimentar una nación, y su incipiente comercio con el resto del mundo. Se estaba gestando el imperio más grande de la historia. Londres sería el centro de poder del 23% de los habitantes del planeta.
Pero antes de ver el imperio Londres volvió a sufrir una epidemia de peste bubónica en 1665 y al año siguiente; lo impensable. Se produjo un incendio en una panadería en la ciudad. El Gran Incendio de Londres. No se pudo controlar el incendio y en 4 días se quemó el 80% de Londres. Pero como siempre; renació entre los escombros y cenizas. Pero una buena noticia. Sin ratas. El incendio provocó su huida y el Támesis se las llevó al canal de la mancha. ¡No más epidemia!
Es el momento en que aparece un gran inglés. Sir Christopher Wren. Matemático, astrónomo, y arquitecto. A él se le encomienda la construcción de la nueva catedral de San Pablo que vemos hoy. Trabajó 40 años para construirla junto con 50 iglesias más. Y si la ciudad de Londres se lo hubiese permitido, él habría reconstruido la ciudad en un plano renacentista. Con grandes plazas, bulevares, vistas y parques. Pero no había dinero, los Londinenses querían volver a trabajar y la ciudad se reconstruyó en piedra y ladrillo con el mismo trazado de calles de antes. Era todo un tema de recuperar los metros de tierra para financiar las nuevas casas. Fue en ese momento cuando se desarrollan los barrios del oeste y este. Aparecen las grandes plazas de Bloomsbury, Mayfair, Covent Garden y la población vuelve a crecer. Todos querían un pedazo de la torta.
Pero con el progreso vienen los problemas. La zona este de la ciudad es donde vivían los pobres. Los ricos desarrollaron el oeste; Marylebone, Paddington, Bayswater, Kensington y Chelsea Notting Hill, Holland Park, etc. Siempre buscando un aire más limpio y mejor agua. Ya que toda la contaminación de la ciudad de millones de habitantes se la tenían que sufrir los del este. Se forma una gran grieta social. Los que mandan en Westminster, los que financian en la City y los que ponen el hombro en el este. Aparecen los bares de Ginebra, el alcoholismo, prostitución, y violencia pasan a ser comunes. Se tiene que formar la policía marina del Támesis en 1798. Casi medio siglo antes que la policía metropolitana del primer ministro victoriano Robert Peel.
Se ganan colonias y se pierden algunas. Los reyes Hannover no eran muy hábiles en materia de política internacional y por eso pierden las colonias de Norteamérica. Y todo por absurdos impuestos a la importación.
Si ven casas en Londres con ventanas tapiadas es porque se cobraba un impuesto a la ventana. En aquella época el cristal era un material muy caro y si tenías mucha ventanas significaba que tenía mucho dinero. Así que la gente las tapiaba para pagar menos impuestos. Les tomó 150 años entender que esto era muy absurdo e injusto. Se cobraba la luz y el aire. “Robo de luz de día” dice el dicho cuando a uno lo están timando.
Londres Victoriano (Siglo XIX).
A mediados del 1800 en plena revolución industrial viene el ferrocarril. Esto acelera la comunicación social y empiezan a desarrollarse los suburbios. Luego viene el subterráneo que es el más antiguo del mundo y hoy cuenta con 270 estaciones de metro. Aparecen grandes naves de vapor construidas por Isambard Kingdom Brunel el gran ingeniero de ferrocarriles. Las estaciones de Londres traen gente y bienes y el puerto logra dimensiones insólitas. Pasa a ser el puerto más grande del mundo dando empleo a más de 100.000 trabajadores. Pero la grieta social se agranda. Un gran cronista de la época; Charles Dickens nos pinta la miseria e injusticia social en la era victoriana.
El ejército británico subyuga a quien se le hace frente en Asia y áfrica y se empieza a ordenar un Imperio que traería materia prima a Inglaterra, para procesarla en sus innumerables fábricas, y exportar bienes de consumo masivo que todo el mundo codiciaba. Sobre todo maquinaria y productos textiles.
Para cuando muere la reina Victoria en 1901 el dominio económico sobre el mundo es extraordinario. Los mapas del mundo estaban pintados de rosa para indicar posesión británica.
Edad moderna (Siglo XX).
Pero como dije antes, todos quieren una parte de la historia. Paradójicamente Karl Marx escribe su tratado sobre el comunismo y la injusticia del capital en Londres justo en el Museo Británico.
Con ideas anarquistas Europa entra en una locura colectiva que se llamó la Primera Guerra Mundial. Inglaterra entra pensando que esto se soluciona en pocos meses. Fueron 4 años de masacre y genocidio entre parientes y amigos. Termina en 1919 con el tratado de Versalles que fue como dijo Churchill una “maligna monstruosidad”. Volvemos a Tácito que decía que «una mala paz es peor que una guerra».
«Una mala paz es peor que una guerra»
Tácito
En 1939 la segunda guerra mundial la castiga severamente. La estrategia de aniquilar la fuerza aérea británica en la Batalla de Gran Bretaña fracasa, y sigue el bombardeo masivo de la ciudad. La estrategia es obligar a los británicos a una rendición y tratado de neutralidad. Lo que vino se llamó el Blitz, e implicó que le tiraran a Londres 30.000 bombas incendiarias. Destruyendo barrios enteros, la City, la catedral de San Pablo e infligiendo un sufrimiento profundo entre sus habitantes. Sobre todo los más humildes.
Aun así no se rindieron; porque sabían que una invasión Alemana sería peor. Mucho peor. Winston Churchill era un viejo aficionado a las riñas. Se le puede criticar muchas cosas, pero reconocía a un bravucón cuando lo veía y sabía que cualquier tratado sería violado de inmediato. Como sucedió con la invasión de Polonia.
Pasada la guerra Londres se vuelve a reconstruir. Otra vez a surgir entre los escombros. Vinieron años de escasez de alimentos y hubo que hacer racionamiento. Pero luego llegaron los 60 y todo era una fiesta. Llega el Swing, el Twist, Rock and Roll, flower power, Twiggy, Mary Quant, la minifalda, el Mini Morris. Nos visitan cuatro iracundos de Liverpool y se convierten en la banda de música rock and pop más famosa del mundo; Los Beatles. Ellos inspiran a otros como los Rolling Stones, Queen, Pink Floyd, Lulu, Led Zeppelin. Nos visita Bob Dylan, Jimi Hendrix, Elvis y Londres pasa a ser el lugar más “cool” del mundo. Todo era música, amor, y muchas, muchas drogas. LSD, Marihuana, Cocaína, Heroína, todo estaba permitido en la era del free love.
EL Londres de hoy
Llegó el fin del milenio y para celebrarlo se puso el London Eye con sus 39 capsulas que simbolizan una por cada municipio del Gran Londres donde viven 9 millones de habitantes. Pasamos de tener una líder mujer Mrs. Thatcher a la que le decían la dama de hierro. Otra amante de las riñas que se peleó con Argentina, con sus mineros y sindicatos. Gobiernos laboristas como el de Tony Blair que respetando la relación especial con los Estados Unidos nos llevó a la guerra de Iraq. Conservadores como el de Cameron y Boris Johnson que nos dejaron frente al Brexit, soportando la pandemia de un patógeno que se le escapó a China. Por un acto reflejo de la historia los ingleses siempre desconfían de los europeos. Se inclinan naturalmente a comulgar con el mundo anglófono, donde comparte valores comunes. Digamos que dios los cría, y ellos se juntan. Y Londres pasará a ser el principal bastión de este mundo anglófono y parlamentario como se ve en la actualidad. A través de su influencia equilibradora en la economía del mundo. Pero con una gran diversidad étnica como cuando comenzó en el año 43.
«Nada es permanente en este mundo malvado e insolente, ni siquiera nuestros problemas.»
Charlie Chaplin
Pero como dijo Charlie Chaplin; otro famoso londinense: “Nada es permanente en este mundo malvado e insolente, ni siquiera nuestros problemas”.
«El que se aburra de Londres es porque está aburrido con la vida.»
Dr. Samuel Johnson
Nadie se aburre en Londres. En el 1700 el Dr. Samuel Johnson dijo que «el que se aburra de Londres es porque está aburrido con la vida». Eso es tan cierto hoy como lo fue en su época. Por un rato tenemos que aprender a vivir enmascarados, sin teatros, museos y tiendas con distanciamiento social… pero todo pasa. Así que preparen sus maletas que ¡Londres los espera! ¡Apúrate 2021 que queremos fiesta!
1 comentario
Nunca había leído, sobre este adorable destino.akgo tan claro y de gran motivación.lo felicito. Mike
.ud es un genio. Obvio adoro Londres.volveria siempre.abrazo Viví Ort.